sábado, 31 de octubre de 2009

Metas Grandes y Audaces

Metas Grandes “Mucho mejor atreverse a hacer cosas grandes, a obtener triunfos gloriosos, aún cuando matizados con fracasos, que formar en las filas de aquellos pobres de espíritu que ni gozan mucho ni sufren mucho por que viven en el crepúsculo gris que no conoce ni la victoria ni la derrota”.

Theodore Roosevelt, 1899.

Un estudio realizado por James Collins y Jerry Porras, analizando empresas sobresalientes rebeló que todas ellas fijas metas grandes y audaces como mecanismos especialmente poderosos para estimular el progreso de la organización. Ahora, pueden pensar que no hay nada extraordinario en esto, ya que todas las compañías tienen metas establecidas, y en algunos casos son tan grandes o audaces que ni siquiera llegan a cumplirse. Pero hay que tener en cuenta que una cosa es tener una meta y otra cosa es comprometerse con un reto inmenso e intimidante, que es lo que hacen la empresas extraordinarias, entregándoles a sus colaboradores y unidades organizativas los recursos para lograrlas.

Una característica que encontraron Collins y Porras en este estudio es que las Metas Grandes de estas empresas extraordinarias eran claras y convincentes.

Una Meta Grande compromete a la gente, la agarra y no la suelta. Es tangible, da energía, es muy enfocada. Todos la entienden sin necesidad de muchas explicaciones. Pero muchas veces las metas grandes caen en un área gris en las que la razón y la prudencia podrían decir que no hay que seguir, pero existe en estas empresas extraordinarias, un impulso por el progreso que hacen que se siga adelante bajo la premisa de que todas maneras se pueden realizar, es cuando estas metas grandes también son audaces. Y podríamos pensar que es una locura tomar decisiones arriesgadas, pero eso es porque estamos mirando las acciones desde afuera, los que colaboran con estas empresas extraordinarias están altamente comprometidos  y realmente piensan que pueden hacer esas audacias, simplemente no se les ocurrió que no pudieran hacer lo que se han trazado.

Una meta clara y audaz al decir de Collins y Porras tiene que cumplir las siguientes características:

  1. Debe ser clara y sugestiva, debe entusiasmar a sus colaboradores.
  2. Debe estar fuera de la zona de comodidad, debe exigir un esfuerzo y a lo mejor un poquito de suerte.
  3. Tiene un peligro inherente que debe ser advertido a la organización.
  4. Debe ser audaz y emocionante en si misma, de forma que trascienda a los líderes que la impulsaron.
  5. Debe estar alineada con la ideología central de la compañía.

Si desean investigar más al respecto, pueden ubicarlo en el Libro “Built to Last: Principios Exitosos de Compañías Triunfadoras”.

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